LA COMUNICACIÓN EFICAZ

¿Has visto en la TV o en directo algún concurso de baile? ¿O has visto los avances de diferentes personas que aprenden en una academia de baile? No todos bailan igual, ¿verdad? ¿Y qué los hace diferentes; la técnica, las horas de entrenamiento, los profesores…? Todo eso influye, ¡claro que sí! Pero solemos decir: ¡Da gusto verlos bailar! Eso sí: esto sólo lo decimos de algunos bailarines o bailarinas, o de algunas parejas de baile, de otros no… Porque quien únicamente tiene técnica, por muchas horas que dedique al entrenamiento, siempre parecerá un robot ejecutando procedimientos. Y a estos no da gusto verlos bailar… Las buenas parejas de baile son aquellas que desprenden pasión, que bailan al son de la conexión emocional que hay entre ellos, casi, casi, como si no necesitaran música…

Con la comunicación ocurre lo mismo. La comunicación eficaz es un arte que va más allá de las técnicas utilizadas. ¿Recuerdas aquel profesor que lo sabía todo pero era aburrido como él sólo? ¿O aquella conferencia en la que, a pesar de ser interesantísima, el público se dormía? No basta con dominar las palabras, con expresarse adecuadamente, con tener un rico lenguaje, con llevar mucho tiempo hablando en público… Si quien comunica no conecta emocionalmente con su público, si no genera la melodía de la pasión que los hace bailar juntos, habrá mensaje, pero no comunicación. O, dicho de otro modo, puede que haya comunicación, pero el resultado no será el deseado.